as actividades de la construcción también contribuyen a la contaminación del aire de nuestra región, a través del movimiento de tierra cuando se inician las obras, el transporte de arena, ripio o escombros, el pulido y cortado de materiales, los procesos de mezcla de cemento, el retiro de elementos residuales..., por lo cual es necesario que estas actividades adopten medidas que controlen estas emisiones.

ara el control de este tipo de contaminantes, el SESMA adscribe a lo dispuesto en el artículo 1º del Decreto Supremo Nº 144 del Ministerio de Salud: "Los gases, vapores, humos, POLVO, emanaciones o contaminantes de cualquier naturaleza, producidos en cualquier establecimiento fabril o lugar de trabajo, deberán captarse o eliminarse en forma tal que no causen peligro, daño o molestias al vecindario"

l iniciar las tareas de una construcción, la empresa debe contar con un sistema que permita humedecer las superficies en donde se van a efectuar movimientos de tierra y controlar así el levantamiento de polvo.

n el interior de la obra se deben humectar las zonas de tránsito de la maquinaria pesada, pavimentarlas, o bien estabilizar el terreno con gravilla o alguna otra técnica de compactación.

el mismo modo, es necesario regar las zonas de remoción y acumulación de tierra en forma permanente, junto con utilizar mallas protectoras en los frentes de trabajo, cuando vaya avanzando la construcción, evitando así la migración de polvo hacia los vecinos.

ambién es necesario lavar las ruedas de los camiones tolvas antes de iniciar el recorrido por las calles de la ciudad, y asegurarse que las cargas permanezcan completamente cubiertas, con una lona, por ejemplo, para evitar la dispersión de polvo .



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