¿Qué es el Ruido?

El ambiente o entorno acústico de un lugar dado, queda determinado por el sonido que una persona percibe en cada instante del tiempo. Este puede ser agradable o desagradable, o bien discordante y no deseado, en este último caso el sonido se llama "ruido", el cual puede definirse de una forma simple como "sonido no deseado", el cual puede afectar en forma negativa a salud y el bienestar de los individuos o poblaciones..

Dependiendo de sus características el ruido puede interferir con muchas actividades humanas tales como: conversación, sueño, comunicación telefónica, descanso, actividades intelectuales, etc. También interactúa con el ser humano provocando alteraciones de tipo fisiológicas y/o psíquicas, las cuales se suman al riesgo de daño auditivo. Todo ruido que provoca efectos adversos en las personas, en los términos descritos se puede considerar como contaminante. De esta forma la contaminación acústica se puede entender como: todo ambiente acústico que afecte en forma adversa a las personas que están sometidas a ruido en dicho ambiente.

Esta primera interpretación general de la contaminación acústica no incorpora las distintas fuentes que provocan el ruido; en general ellas pueden ser "interiores o exteriores" dependiendo de su ubicación, ya sea en recintos cerrados o bien en lugares abiertos. Una segunda clasificación establece "fuentes fijas y fuentes móviles", ambas clasificaciones no son excluyentes combinándose entre sí. En la ciudad de Santiago, el ruido exterior es fundamentalmente provocado por fuentes móviles exteriores, tales como el transporte terrestre y aéreo y en segundo lugar intervienen fuentes fijas, tales como industrias, ruido de faenas de construcción, equipos de aire acondicionado, etc.

El ruido presenta grandes diferencias con respecto a otros contaminantes. Una de sus características más relevantes es su compleja fiscalización. También estas pueden ser clasificadas en objetivas y subjetivas. Sus principales características son.

Esto se debe principalmente a que:

Es un fenómeno espontáneo que se vincula al horario y actividad que lo produce.
No deja residuos (no tiene un efecto acumulativo en el medio, pero sí puede tener un efecto acumulativo en el hombre).
Su cuantificación es compleja.
Es uno de los contaminantes que requiere menos cantidad de energía para ser producido.
Tiene un radio de acción pequeño, vale decir, es localizado.
No es susceptible a su traslado a través de los sistemas naturales, como el aire contaminado llevado por el viento, o un residuo líquido llevado por un río por grandes distancias.
Se percibe sólo por un sentido: el oído. Esto hace subestimar su efecto, a diferencia de otros contaminantes como en el caso del agua, por ejemplo, donde la contaminación se puede percibir por su aspecto, olor y sabor.
Objetivas (parámetros físicos) Intensidad, frecuencia, duración, variabilidad, etc.
Subjetivas (apreciación) Del sujeto: biológicas, sicológicas, culturales, costumbres, calidad de vida Del ambiente: zona donde se encuentra el afectado De actividad: sueño, deporte, concentración.

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