En 1987 se instala en la Región Metropolitana la primera Red de Monitoreo Automática de Contaminantes Atmosféricos (Macam 1) financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Estaba compuesta por 4 estaciones ubicadas en la zona céntrica de la capital y una quinta estación de tipo móvil, que fue emplazada en la comuna de Las Condes.
En 1997 se inició la expansión de la antigua red Macam con el fin de contar con equipos más modernos y así tener informes más rápidos de la calidad del aire. Con un 80% de inversión del gobierno de Japón y un 20% del Ministerio de Salud se financió la instalación de la nueva red llamada Macam 2, cuyo costo alcanzó los 2 millones de dólares. Compuesta por 8 estaciones, esta red mide 5 contaminantes criterio: monóxido de carbono (CO), dióxido de azufre (SO2), nitrógeno (NO2), ozono, hidrocarburos totales (metánicos y no metánicos como el benceno, tolueno).
Existe además una red semiautomática que permite analizar y medir de qué está compuesto el material particulado. El proceso consiste en colocar unos filtros que se exponen durante 24 horas continuas y en un plazo de 3 a 4 días se tienen los resultados. La idea es contar con un registro histórico, no inmediato, que permita evaluar el comportamiento del material particulado en el tiempo. Un ejemplo de esto es el Estudio de Plomo en Aire 2001 que también difundimos en este sitio web.
Con el fin de optimizar la efectividad de las mediciones, se han realizado dos auditorías ambientales extranjeras, la primera efectuada por la agencia alemana UBA en 1997 para contrastar las técnicas de generación de atmósferas patrones de monóxido de carbono y nitrógeno, mientras que la segunda auditoría, realizada a mediados del 2000, se inserta dentro del Plan de Descontaminación de la Región Metropolitana con participación de expertos noruegos.
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