SITUACIÓN ACTUAL Y VALORES PROMEDIOS HISTÓRICOS
DE ALGUNAS PATOLOGÍAS DIAGNOSTICADAS EN LAS PLANTAS FAENADORAS DE
CARNE DE LA REGIÓN METROPOLITANA
En los siguientes gráficos se muestran los valores históricos de tuberculosis, cisticercosis, hidatidosis, triquinosis y distomatosis registrados entre los años 1990 y 1998. También, es posible verificar la tendencia de estas patologías a partir de la inspección oficial del SESMA, es decir, desde octubre de 1998.
Del análisis de estos datos podemos concluir que, en la mayoría de estas patologías, ha aumentado su detección por sobre el promedio mantenido entre los años 1990 a 1998 (hasta el mes de septiembre), período en que la inspección médico veterinaria era realizada por médicos inspectores contratados por las plantas faenadoras de carne.
Las razones generales que explican este cambio a partir de octubre de 1998 son las siguientes:
Se ha logrado un mejor diagnóstico de las patologías, al existir una dotación de médicos veterinarios acorde al volumen de faena y diseño de línea en cada una de las 12 plantas faenadoras de la región metropolitana. Es importante destacar que estos profesionales son calificados y especializados en la inspección médico veterinaria de reses de abasto y permanecen en la planta, durante todo el proceso de faenamiento, para inspeccionar el 100% de los animales beneficiados. Además, ha mejorado el sistema de recolección, procesamiento y comunicación de la información, desde la planta faenadora al SESMA.
Un factor importante en la mayor frecuencia de la tuberculosis bovina (ver Gráfico Nº1), es que en el actual sistema de inspección, se informan además de los cuadros generalizados, aquellas formas locales de la enfermedad.
Gráfico 1
En el caso específico de cisticercosis (véase Gráfico Nº2), su frecuencia ha aumentado debido a que la inspección veterinaria se realiza en forma más rigurosa.
Gráfico 2
El hallazgo de hidatidosis bovina (véase Gráfico Nº3), se ha mantenido dentro de los rangos históricos, lo que se puede explicar por la facilidad de diagnóstico de este parásito.
Gráfico 3
El diagnóstico de triquinosis porcina (véase Gráfico Nº 4), se ha mantenido en el promedio existente hasta el año 1998, debido a que es una patología que ha logrado ser controlada en la mayoría de los planteles de cerdos, por un mayor nivel tecnológico. Sin embargo, considerando su baja prevalencia en los porcinos y la importancia de evitar su transmisión al hombre, su pesquisa se realiza en forma extremadamente acuciosa en las plantas faenadoras. Con la inspección veterinaria a cargo del SESMA, se ha logrado estandarizar los exámenes que permiten detectarla (triquinoscopía y/o digestión enzimática).
Gráfico 4
El aumento de la frecuencia en matadero de la distomatosis bovina (véase Gráfico Nº5), se debe a que en la actualidad, la inspección veterinaria se realiza en forma estandarizada.
Gráfico 5
Con la inspección medico veterinaria, de las reses de abasto faenadas en la región metropolitana, a cargo del SESMA puede asegurarse la obtención de un producto apto para el consumo de la población, pues nuestra misión es proteger la salud de las personas de los riesgos derivados del ambiente.